Ensaladas, no son tan malas como parecen
Cuando escuchamos ensaladas muchas veces nos sentimos limitados o limitadas y peor cuando son nuestros seres queridos, quienes pueden rechazar las verduras o las ensaladas específicamente y buscarán cómo evitar que se consuman.
¿Qué hacer? Te damos algunos tips y algunas ideas.
¿Por qué causan rechazo?
Debes saber que la ensalada ha sido un elemento del cual se han aprovechado la publicidad, la televisión, las películas y el mundo entero por igual para encumbrar las dietas y la preocupación por bajar de peso, pero debes saber que no es conveniente alimentarse solamente con ellas, este es un mito que se ha extendido tanto que ha provocado que las ensaladas sean tan rechazadas de manera inconsciente, o por personas a quienes “no les interesa bajar de peso”.
Es importante saber que no necesitas querer bajar de peso para añadir ensaladas dentro de tu alimentación.
Además, puedes hacerlas deliciosas.
¿Qué evitar en una ensalada?
Las ensaladas pueden ser grandes aliados al momento de tener una buena alimentación, pero debemos saber que hay ciertos elementos que pueden sabotear tus buenas intenciones. Primero te contaremos qué no hacer y después qué es lo que te hará crear una ensalada exquisita.
Por ejemplo, el aderezo. Puede que nos guste mucho la salsa mil islas o el aderezo césar, pero si se lo pones a todas tus ensaladas y no exactamente media cucharada, ¡te estás saboteando! Si quieres ponerle algo más que sal y limón (más que suficiente para darle un delicioso sabor) puedes hacer uso de las vinagretas, mejor cuando son saladas para evitar el azúcar.
Los empanizados o fritos. En la famosa ensalada César, la cual tiene muchos adeptos, a veces incluyen pollo empanizado, ¡huye de estos agregados! O solo acéptalos una vez cada 15 días o menos, ya que están llenos de grasas y harinas que no te harán bien. En general, evita cualquier tipo de empanizado o fritos en tus comidas.
La lechuga. En los establecimientos (y nosotros en casa cuando no sabemos) suelen abusar de la lechuga y la convierten en el ingrediente más abundante de tu ensalada… no lo hagas. Puede ser un buen complemento, pero la lechuga no tiene nutrientes y te dejará con hambre, es mejor si lo sustituyes con una cama de espinacas o acelgas en lugar de lechuga.
Con estos tres consejos obtendrás mucho más de las ensaladas, pero te contamos más..
Cómo hacer una buena ensalada
Hay dos formas de comer una deliciosa ensalada: como complemento o como platillo fuerte. Te contamos cómo hacer las dos de forma sabrosa.
Como platillo fuerte. Recuerda el plato del buen comer, debe tener verduras, cereales, leguminosas y alimentos de origen animal o, si manejas estos términos: proteína, carbohidratos y grasas. ¿Cómo lograrlo? No es tan difícil. Por ejemplo, una ensalada con una cama de espinacas, jitomates, tiras de pollo asado o cuadritos de queso panela, germinado de soya, rebanas de aguacate, amaranto y un poco de cuadritos de papa tendrá todo lo que necesitas y te hará sentir satisfecha. ¡Usa tu imaginación!
En cambio, si lo consideras como complemento de un platillo fuerte, puedes hacer algo mucho más sencillo como pepino con jitomate, sal, limón, pimienta, un chorrito de aceite de oliva ¡y listo para servir! Puede acompañar un guisado de lo que tú hayas preparado
¿Qué te parece? Con estos sencillos tips estoy segura que no volverás a ver a la ensalada como tu enemigo, ¡ni tú ni nadie conocido!
Cuéntame si te funcionaron.
Saludos
Yola Padilla
Asesor en nutrición
Creadora del programa “Mente Sana Cuerpo Ideal”
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